Las acrobacias del vivir
Por curiosidad, por querer formar parte de un grupo y tener mayor popularidad en el colegio comencé probando la marihuana y terminé consumiendo cocaína y LSD. Sin embargo, entré en una espiral descendente que me condujo a una depresión y al abandono escolar.
Conocí Narconon en la búsqueda de salir de la depresión que me estaba acabando, en la búsqueda de salir de las substancias que había consumido y en la búsqueda de remediar mi vida y ser una mejor persona.
De pronto, ya no estaba de acuerdo con lo que consumía y me sentía incómoda con todo lo que hacían los demás. Empecé a estar mal con mi familia, empecé a sentir que no era útil, que ya no era capaz de hacer muchas cosas y todo esto me hacía sentir frustrada. Además, me sentía mal física y mentalmente.
Me inscribí a diversos cursos de mejoramiento para la vida, pero me di cuenta de que mi problema sólo lo podía resolver si hacía el Programa de Narconon, así que empaqué mis maletas, compré mi boleto de avión y me fui para Narconon Colombia (yo vivo en Buenos Aires, Argentina).
El Programa de Narconon fue lo mejor que me ha pasado en la vida, de hecho, encontré mucho más de lo que fui a buscar. Estaba todo el tiempo activa, ya no me sentía que no era útil y me di cuenta de que cada paso del Programa era un nuevo reto para mí. Fue muy emocionante y duro a la vez, pues el proceso de pasar a través no es nada fácil.
A pesar de que yo hice el Programa en 1997, Narconon me permitió establecer grandes amistades, que aun a la fecha, seguimos en contacto. Puedo decir que, para mí, Narconon fue un lugar mágico. Antes el proceso de rehabilitación duraba cerca de 6 meses y yo estuve año y medio, tiempo en el cual, aprendí un montón de cosas que hasta la fecha lo pongo en práctica. En Narconon cada persona tiene su propio tiempo y su proceso.
Cuando salí de Narconon, tuve varios trabajos, una hija maravillosa que ahora tiene 21 años y como todo en la vida, se me han presentado dificultades, mismas con las que he sabido lidiar gracias a los datos que ahí aprendí. Una de las mejores cosas que adquirí fue la habilidad de poder adaptar el entorno a mí, a pesar de las circunstancias por las que atravesé, esta capacidad fue incluso mejor que antes de empezar a usar drogas.
Los problemas en la vida cotidiana siempre existen, sólo que a lo largo de los años los he podio manejar mejor porque trato de llegar hasta el final de la situación. En todos los aspectos de la vida me siento mejor parada, incluso mejor de lo que era antes de consumir drogas y esto ha generado mucho más confianza en mi y en mis decisiones.
Los datos que aprendí en el Programa me han ayudado a entender las dificultades de la vida y como es que estas se gestan, asimismo como poder resolverlas. A esto es a lo que llamo pasar a través de las cosas, es decir, darme cuenta de cómo se produjo tal situación y como resolverla.
Por ejemplo, yo quería manejarme en bicicleta para ir a mi trabajo y me daba mucho miedo y dije “Nada, tengo que pasar a través y listo”, ahora ando en bicicleta por toda la ciudad. Otro ejemplo es que siempre quise aprender acrobacias y pasé a través del miedo y de la crítica de las personas porque lo empecé a practicar de adulta y hoy soy acróbata, no soy profesional, pero soy acróbata y me encanta hacerlo. Me di cuenta de que cuando comprendes los datos, sólo hay que practicar y practicar para ganar una habilidad y de esta forma, puedo confrontar las situaciones que me han ayudado a alcanzar mis metas.
También me di cuenta de que cuando haces acciones que rompen tus propios acuerdos y se convierten en actos hostiles comprometes tu ética y antes de que sea un problema mayor, vuelvo a utilizar los datos para manejar una situación que no está del todo correcta, vuelvo a pasar a través, confronto el problema y hago toda la reparación posible y listo, me siento como nunca y mucho mejor que antes porque aprendí a corregir el error en verdad.
Esto lo logré con los cursos de habilidades para la vida como el de manejar altibajos y el de integridad personal, mismos que están incluidos al finalizar el Programa.
Otra cosa que me pareció maravillosa de mi estancia en Narconon fue la responsabilidad por otra persona, cuando tu ayudas a otro ser para alcanzar su meta, uno mismo se ayuda para alcanzar la propia y las ganancias son increíbles.
“El guijarro, arrojado en un estanque, puede producir ondas que llegan a la orilla más cercana”. —L. Ronald Hubbard
Después de haberme graduado del Programa y haber permanecido año y medio sin consumo, fui un miembro del personal de Narconon Colombia. Hasta la fecha, ha sido el mejor trabajo que he tenido en mi vida, porque después de años, me di cuenta de que con un granito de arena que pongas a la otra persona, basta para ayudarla a pasar a través y tener muchas ganancias en sus respectivos procesos y me di cuenta que eso trasciende a las familias, amigos e hijos de los graduados.
Hoy me siento muy contenta y satisfecha con la vida que llevo, aún tengo muchas cosas que trabajar y muchas metas por lograr, pero en medio de una pandemia y un confinamiento, no hay más que labrar el camino desde la trinchera que nos toque estar. Todo esto lo estoy logrando gracias a Narconon.
“Si otros no ayudan a salvaguardar y mejorar el entorno, el camino a la felicidad no podría, de ninguna manera, tener una superficie sobre la cual viajar”. —L. Ronald Hubbard