Conquistando mis sueños, libre de las adicciones

Hombre sober
(Foto de themacx/iStockPhoto.com)
 

Solía ser un muchacho muy sano de cuerpo y mente. Estaba totalmente dedicado al deporte, siendo mi pasión el fútbol, disciplina en la que estaba destacando mucho. Había ganado varios campeonatos, incluso, tuve la oportunidad de irme a vivir solo a otra ciudad para seguir formándome. Este hecho hizo que madurara más rápido, o eso pensaba yo, porque al regresar a mi ciudad comencé a ver la vida de otro modo, por lo que quise experimentar para conocer más mundo.

Mis amistades cambiaron y un día conocí a unos tipos que se veían interesantes y quise ser parte de ellos. Una noche, a la edad de 17 años estaba en la graduación de un amigo y la celebración fue en su casa. Mi amigo se acercó y me ofreció 2CB y acepté la substancia por mi deseo de pertenecer a este grupo, además de que quería conocer más gente. Esa noche el 2CB me hizo sentir muy bien, estaba relajado y muy feliz. Aquella noche marcó la ruina para mí porque me gustó tanto la sensación que quise continuar, al cabo de un tiempo mi vida se centraba en la fiesta y acudía a los lugares donde se podía consumir 2CB y otras drogas sintéticas.

De poco en poco fui subiendo la cantidad que consumía, además se me ocurrió que vender era una buena idea. Era muy común el uso de esta substancia y comercializándola tenía la oportunidad de consumir y obtener dinero por ella. Desafortunadamente, llegó un momento en que ya no podía parar, cuando lo hacía era por falta de dinero y en esos momentos sentía mucha rabia y depresión, fue cuando me di cuenta de que estaba muy mal y que necesitaba ayuda.

De pronto mi vida fue realmente un caos, perdí todo el dinero que había ahorrado trabajando de forma honesta, tenía deudas económicas por todos lados y un día ya no pude regresar a la Universidad, perdiendo tres semestres de estudio. Mi familia estaba desesperada sin saber qué hacer, porque además del daño verbal o con actitudes hostiles que manifestaba, estaba hurtando cosas de casa para tratar de sobrevivir, hasta mi computador vendí. Mi mundo estaba acabado por la adicción al 2CB.

La convivencia en casa era ya insoportable, mis padres se cuestionaban sobre sus propias acciones y decisiones hacia mí. Un día las discusiones llegaron muy lejos y decidí marcharme, les dije que me iba de viaje, pero simplemente no lo pude hacer porque la droga ya rebasaba cualquier acto de voluntad de mi parte. En ese momento, mis padres me indicaron que tenía que recibir ayuda de un profesional, se dieron cuenta de que, de seguir por ese camino mi vida acabaría muy mal.

“¿Cómo pudo pasar que su hijo con un futuro brillante en el fútbol lo estuvieran perdiendo por las drogas?, simplemente no era creíble”.

En el momento en que escuché a mis padres mencionar que debía recibir ayuda de un profesional, mi mundo se derrumbó. Además de que ya no concebía la vida sin el 2CB, había escuchado historias en las que en los centros de rehabilitación solo hay maltratos y que son escuelas para salir y consumir más. ¡Definitivamente no quería experimentar ninguna de estas situaciones!.

Mis padres evaluaron diversos lugares, afortunadamente elegimos Narconon Colombia. Nos dio mucha confianza toda la información que tienen disponible, tanto en su página Web como en sus Redes Sociales.

Cuando llegué al Centro, a pesar del trato tan cálido que recibí, manifestaba aún muchas reservas al pensar cuándo sería el momento en el que me enfrentaría a un maltrato de su parte. El staff siempre me trató muy bien y con la simple respuesta de que estaba ahí bajo mi propia voluntad para manejar mi problema de adicción, hizo que bajara la guardia y empecé a tranquilizarme para enfocarme en todo lo que debía hacer durante todo el Programa.

Al siguiente día conocí a mis compañeros y empecé a simpatizar con ellos. Los primeros días aún sentía mucha ansiedad, estaba muy acelerado, quería resultados de manera rápida y simplemente no podía parar de hacer ejercicio. Mi mente no dejaba de pensar en todo el daño causado a mis padres, el mal ejemplo que había sido para mis hermanos menores, las oportunidades perdidas por estar en un mundo de mentiras, así como en todas aquellas personas que habían dicho ser mis amigos y que solo buscaban hundirme en mi sufrimiento. Día tras día me preguntaba ¿Por qué me permití abrirle la puerta a la adicción de una substancia tan dañina como el 2CB?

No obstante, gracias a la Desintoxicación de la Nueva Vida (segunda etapa del Programa), una combinación de ejercicio, sudado en calor seco de sauna y un régimen nutricional específico, fue que comencé a ponerle orden a mi mente. El staff y mis compañeros siempre me impulsaban para avanzar en mi proceso y, de pronto, me sentí más tranquilo y le dije adiós a la ansiedad que no me dejaba pensar con claridad.

La siguiente etapa que realicé fueron Los Objetivos, una serie de ejercicios que tienen como fin dirigir la atención de la persona hacia el entorno presente e inmediato. Gracias a estos procesos mi mente ya no vivía en las ilusiones y frustraciones del pasado, por fin estaba en tiempo presente para tomar responsabilidad de todo lo que había hecho durante el tiempo de consumo.

En la última parte del Programa supe la causa de mi adicción, además de que me di cuenta de todo lo que debía cambiar para que todo marchara bien. Al salir, dudé de cómo funcionarían las cosas de ahora en adelante y si en verdad lograría lo que me había propuesto.

Dudas que se disiparon por completo porque, a pesar de que me he enfrentado a varios obstáculos, me doy cuenta de que aplicando las herramientas que adquirí en Narconon Colombia, la vida se hace más fácil.

Lo primero que hice al salir, fue demostrarles a mis padres que mi vida había cambiado por completo y, finalmente me volví a ganar su confianza. Además, entré a una carrera corta de administración que ya concluí, conseguí trabajo, entré al gimnasio y mi día a día se volvió totalmente ocupada y productiva.

Hoy estudio Administración de Empresas con la meta puesta en que un día seré un gran empresario, un ejemplo para los demás, sano física y mentalmente, así como buscaré una pareja estable en que los dos seamos ese complemento para formar un hogar.

“Le doy gracias a Dios, a mi familia y a Narconon Colombia por haberme dado una nueva oportunidad de vida”.

Le doy gracias a Dios, a mi familia y a Narconon Colombia por haberme dado una nueva oportunidad de vida.

D.A., Graduado de Narconon Colombia


AUTOR

Eskharly Francid Smith V.

Secretaria de Diseminación - Soy Staff de Narconon hace 18 años.

NARCONON COLOMBIA

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS