Este programa no me ha dado nada que yo no tenía, sólo que ahora puedo darme cuenta de lo que yo tengo.  

Mujer feliz
(Foto de spukkato/iStockPhoto.com)
 

Al realizar cada parte del programa Narconon, las personas van recuperando sus propias  habilidades las cuales estaban apagadas por su consumo. Cada parte del programa hace que las puedan recuperar.

Durante mi ejercicio No. 10,  tuve una gran realización acerca de mi proceso hasta este punto. La felicidad tan concreta, casi tangible, que siento me llena de gratitud con la vida por ponerme en este lugar. Por fin siento que no hay vuelta atrás hacia la oscuridad tenebrosa de las drogas. Pensé que viviría con miedo el resto de mi vida al acercarme inevitablemente a una persona consumiendo. Sin embargo ahora siento que esta experiencia interna de plenitud y gozo no la cambiaría por nada. 

Entendí que las drogas eran una falsa ilusión momentánea del éxito sin esfuerzo. Ahora conozco cómo confrontar la vida para lograr sobrepasar las dificultades que a veces se manifiestan como emociones negativas para así lograr mis metas y conseguir una felicidad estable. Ahora pienso que las drogas son para cobardes, personas como yo era que prefería descargar mis desdichas en un efímero porro en vez de atravesar los obstáculos para encontrar la luz a través del túnel que siempre me estaba esperando. 

Las drogas esclavizan al ser atascándolo en una interminable búsqueda externa de satisfacción. Ahora sé que los mejores placeres vienen de adentro hacia afuera y no de afuera hacia adentro y no se desvanecen al terminarse la nota. Este programa no me ha dado nada que yo no tenía, sólo que ahora puedo darme cuenta de lo que yo tengo. 

Estoy llena de vitalidad, me levanto en la mañana con una sonrisa y una emoción motivada por mis sueños. En la noche descanso tranquila pero entusiasmada por todo lo que voy a lograr al día siguiente. Ya no me siento perdida y confundida, puedo organizar mis pensamientos para lograr con disciplina todas las visiones que antes se me hacían lejanas y casi imposibles. Sufrí por casi 5 años de una enfermedad alimenticia llamada bulimia y pensé que tendría que tener miedo al peligro de comer excesivamente, de distorsionar la forma en que me veía y de hacer ejercicio desesperada para no engordar por lo que había comido. Aquí me propuse hacer ejercicio dos veces al día, comer con conciencia y disfrutar del cambio físico de una meta que se logra con constancia.

 Me di cuenta que tenía la paciencia y el amor propio para construir mis metas día a día. Ya no quiero tomar el camino rápido, la dieta fácil o la satisfacción inmediata. Quiero vivir mi vida a flor de piel con todos sus matices, no necesito buscar estimulantes orgásmicos más que la inherente capacidad de respirar, observar un atardecer, oler el aroma del café y todos los regalos diarios que me da la vida, cosas que pasaban casi desapercibidas. Tomar la decisión de una vida sin drogas y venir a NARCONON COLOMBIA sin duda es la mejor decisión que he tomado en mi vida; Pero ¿Sabes cuál es la mejor noticia? ¡Aún me quedan 5 ejercicios más y tres cursos! Las ganancias apenas comienzan. 

—A.S.

AUTOR

Eskharly Francid Smith V.

Secretaria de Diseminación - Soy Staff de Narconon hace 18 años.

NARCONON COLOMBIA

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS